martes, 17 de agosto de 2010

paseando por la playa...(parte2)

Después de aquella noche salí con la idea reforzada que mi camino consistía en ayudar a la gente, que ayudandoles, también me estaba ayudando a mi mismo.

Una de las noches me fui a casa porque habían cerrado todo, y mis amigos se fueron al after, cuando llegué a casa me encontré que Josu estaba con un tío dentro...me sentí traicionado, habíamos quedado que quien follaba se las apañaba, pero que nada de llevar tíos a casa...cuando me vió en la calle al rato de acabar, me dijo que se iba con el resto.

Al día siguiente nadie dijo nada, y como venía siendo costumbre fui a la playa y repetí el mismo ritual de todos los días, bañador fuera, paseo por la playa y pensar...la cosa estaba clara, ir de rollos había estado muy bien pero ahora mis necesidades son otras, busco a alguien que me llene, mi ideal de pareja?? tan alto como yo, guapo, cantante o que cante y que le guste la enfermería...vale ahora sólo falta encontrarlo, pero donde?? salir se puede salir por el ambiente no hay ningún problema, pero no con tanta frecuencia...me lo paso muy bien, pero hay noches que son súper repetitivas en las que me paso mirando a todos lados sin saber bien qué busco...entonces hay que diversificar las opciones, salir de vez en cuando por chueca, con los de la uni, guadalajara, e integrarse más en el nuevo coro, genial este año creo que conoceré a alguien.

Cuando llegué no fue ni tan perfecto ni tan ideal como había sido el día en mi cabeza, entre unas cosas y otras acabé discutiendo con Josu, por un lado se habían sentido dejados de lado por mi parte por los chicos que conocí el primer día, después no consideraban que estuviese integrado en el plan cuando salía por las noches, estaba en modo seta y luego estaba yendo demasiado a mi bola con esto de irme a la playa sólo y no quedarme con ellos en la piscina...lo que más me dolió de esto fue la falta de empatía, de ponerse en mi lugar, de acercarse a hablar, creo que eso marcó una distancia inseparable hasta hoy.

Esa noche no salí, no quería darlo todo, ni estar con ellos, ni compartir nada, me sentía fatal porque había llegado a conclusiones, había ordenado cosas dentro de mi y sentía que el viaje estaba funcionando aunque no estuviese en el mismo plan fiestero. A la mañana siguiente nadie dijo nada, y todos actuamos con total normalidad...ese día me quedé con ellos en la piscina...

Lo llamativo es que eran contrastes muy gordos, me iba a la playa y cambiaba el chip, estaba súper contento, llegaba a casa y me costaba estarlo.

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