Delante del ordenador, mientras comía un poco, hemos empezado a hablar de "lo humano y lo divino" y como quien no ha querido la cosa me he transportado a un diván, con Snoopy sentado delante de mi con un cuaderno mientras le contaba cosas de estos últimos meses.
Me encantan este tipo de momentos en los que compartes algo más que unas confidencias, donde no hace falta decirlo todo para que la otra persona te entienda, o al menos empatice contigo y sepa o más bien entienda como te sientes.
No sé si alguna vez te lo he dicho, pero gracias!!
3 comentarios:
No creo que haya mucho que agradecer, no suele suponer un esfuerzo, y muchas veces cambian las cosas. Supongo que para eso estaremos, ¿no?
Sabes que si no quisiera, no lo haría.
qué idiota!! encima que te escribo...ya me podrías haber mentido un poco y haberme puesto que estabas emocionadísimo con lo que te había puesto...no sé unas lagrimitas :-P
No necesito que me agradezcas nada, sé (o creo saber) que estás agradecido. Yo también lo estoy de que puedas contarme estas cosas, de poder contarte yo otras, y de que haya esa empatía de la que hablas. Tampoco creo que necesites que te diga que me has emocionado, sabes de sobra lo que hay.
(Toma bordería, no quería ser borde).
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