domingo, 8 de marzo de 2009

Bajo un almendro

Sí, hoy es una muy buena tarde para ponerme a escribirte, la verdad es que te tengo bastante dejado y bueno qué decir que estos días se han liado un poco y no hemos hablado mucho.

Pero como te decía hoy es una buena tarde para escribirte, tendrías que estar aquí, no hace naaaaada de frío, he venido a un sitio que me gusta bastante, antes solía venir más, pero luego entre unas cosas y otras, pierdes las ganas, o no te apetece, o no hace tan buen día como hoy. Sobre todo me gusta este sitio porque sólo estoy yo, sí, no hay nadie, pero me refiero a que no se oyen coches, ni gente, ni ningún ruido que no sea el de las ojas al moverse a ritmo del viento, pero hoy sopla una brisa muy suave, de vez en cuando se cae alguna flor encima, pero es lo que tiene estar bajo un almendro.

Como te decía te tengo abandonado, y no es que me haya pasado nada contigo, pero no sé qué contarte, a veces siento la necesidad de escribir otras cosas pero para que no las lea nadie, sólo para mi, me da vergüenza que pueda entrar alguien y leer esas cosas que te he puesto, porqué? por que creo que ya no me queda mucho más, y no sé qué va a pasar con esas pequeñas cosas.

Hace días te hablaba de mis lados visibles e invisibles, esas partes misteriosas y enigmáticas, que vienen a resumirse entre lo que digo y lo que no digo, que tanto me hacen sufrir y que en algunos momentos me gustaría acabar con ellas, ser una persona más normal y continuar hacia delante, pero hay veces que las quiero demasiado como para borrarlas de mi, por eso te decía lo de hacer el viaje, para escucharlas y que hablen, ahora mismo he encontrado trucos para evitar escucharos sobre todo a ti, mi parte invisible, pero no puede ser que cada vez que hay un pequeño temblor, que todo se caíga. Permíteme sino te importa que te hable con metáforas, pero para mi es más fácil.

Ufff, me relaja tanto este sitio, es más fácil para mi contarte las cosas desde aquí, que desde casa, una lástima que no pueda venir por aquí más amenudo y de que tú no puedas estar aquí.

Como te iba diciendo, no puede ser que cada vez que pase algo todo se venga abajo, y luego tengan que pasar un par de semanas hasta que vuelva otra vez a la normalidad, y así a esperar a que vuelva a pasar algo, bueno, eso tú lo sabes de sobra que tienes que aguantarme cada vez que me pasa algo, y creo que escuchando a esas partes de mi voy a encontrar una solución o al menos voy a tener más claro el camino.

Entre línea y línea me ha pillado la noche, es un poco difícil de escribir a la luz de las estrellas, aunque suene muy bonito, pero creo que voy a volver a casa, ya siento como me llama la cama desde aquí. No sé cuando volveré a escribirte bajo un almendro, pero espero que sea pronto.

No hay comentarios: