Patinar

Hace un momento quería tumbarme a ver las estrellas, pero ahora ya no tengo ganas de eso, me apetece patinar!!



La historia con el patinaje empezó hace muchos años, cuando tenía 11 años, un día en una charla acerca de las actividades deportivas nos hablamos del patronato y de un club de patinaje, y me decidí a apuntar, fui con mis patines en línea, y cual fue mi sorpresa cuando todos llevaban patines tradicionales de bota, y eso era como en hielo pero sobre ruedas!!



Al princio me resistí porque pensaba que era para niñas, pero luego me pasaba algo y era que no podía estar sin patinar, necesitaba entrenar, lo que más me gustaba era sentir esa sensación de libertad, de poder hacer lo que quisiese, expresarme a través de movimientos...



Pero un día se acabó y lo tuve que dejar con 16 años, pero a los 19 me lo volvieron a proponer, y lo retomé, pero ya no eran las mismas sensaciones, eran otras, y no me llenaban como cuando era pequeño. Alguna vez me he vuelto a poner los patines, y por unos instantes me he vuelto a sentir libre, ahora quiero ir un día a patinar, dibujar formas, movimientos, contar historias, sentir el aire en la cara, volver a ser libre...

bueno me voy a la cama que ya me he puesto ñoño del todo, hasta mañana.