lunes, 22 de diciembre de 2008

No me gusta la navidad...



Muchas veces me acuerdo de que cuando era pequeño la navidad me gustaba un montón, significa que llegaba mi cumpleaños, que vendrían los regalos, y que estaría sin cole.

Según iba creciendo estas cosas fueron cambiando, me empezaron a dar las notas antes de navidades y a partir de los 15 dejé de ser el estudiante modelo, no me gustaba irme fuera de Guadalajara porque no podía estar con mis amigos, y no podía celebrar mi cumpleaños con ellos ya que no estaba en Guadalajara.

Con el tiempo fueron apareciendo las discusiones en casa, muchas veces antes de la cena, y con ellas, el cómo había que hacer que no había pasado nada y seguir como si nada, pero ya nada era igual. Ya no nos regalaban las cosas porque fuésemos pequeños y quisiesen vernos la cara de ilusión, simplemente era regalar por regalar, una obligación más.

Y un día de buenas a primeras ves que no quieres que lleguen esas fiestas, que todo resulta una pura fachada, una obligación como otra cualquiera, y que no puedes estar con quien realmente quieres.

A todas estas cosas yo le añado mi cumpleaños, que siempre ha habido algún "pero", recuerdo varios fin de año muy especiales, uno de ellos fue cuando fui a casa del que era por aquel entonces mi mejor amigo, habíamos quedado todo el grupo para ir a la fiesta que había en su casa, su hermano preparó calimocho, pero yo siempre con mi fanta al lado, fue muy divertido jugar, cantar y bailar, a partir de ahí empecé a salir de fiesta por bares. A los 17 cuando me metí en la cama me llamó Clara, una de mis mejores amigas, le acababa de dejar el novio, y estuvimos hablando desde las 3 de la mañana hasta las 5 y algo, fue un momento súper especial, ella me hizo sentirme especial al llamarme para decirme "oye Iván ha pasado esto con Carlos" no sé si fui al primero al que llamó, ni si habló con alguien antes, sólo sé que me llamó a mí.

No debería acordarme, pero ha sido inevitable de acordarme del peor cumpleaños, fue el que me regaló mi querido amigo Pablo, ese fin de año no quedé con él, hacía poco que habíamos retomado nuestra amistad después de haberla aparcado, y yo salí con la gente del orfeón, le expliqué que yo tenía planes y que me iba con ellos, no le podía invitar ya que esta gente no le tragaba, pero quedamos en que el día 1 bajaría a casa a comer tarta con mi familia por mi cumple y que ya nos veríamos allí, pues bien, no apareció hasta el día 2 por la noche en mi casa, el disgusto que tenía era tremendo me apetecía un montón que viniese, y no entendía porqué no lo hizo, evidentemente el móvil lo tenía apagado, y los sms no los podía leer, ese día me acuerdo que no le dejé pasar y que se quedó en la puerta, me dolió que me dijese que no había venido porque me lo merecía, por dejarle sólo en Nochevieja...

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