Anoche cena con los amigos de toda la vida, esta vez no había escapatoria posible.
Hablamos, comimos y reímos, hasta que salió él, había novedades, y todos pusimos los oídos a ver cuales era las nuevas aventuras que nos iban a contar.
La sorpresa vino cuando un sentimiento de nostalgia, de echar de menos me vino como si me hubiesen tirado un cubo de agua, aun hoy sigo mojado.
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