enamorarse 5 veces al día no es sano

y es que así vivo,
enamorandome a cada paso!

de una mirada
del chico rubio que ha cruzado mirando fijamente al horizonte
de ese compañero nuevo de clase tan callado
del chico silencioso que escribe porque está aburrido
del amor que nunca fue pero podría haber sido

y es que en cada esquina se esconde una nueva oportunidad
un chaval con el que vivir nuevas aventuras.

Por ejemplo, el otro día en el manolo vi a un chaval que no era ni guapo ni feo
barba, 24-25 años, mirada perdida, sonrisa tímida...
no sé como se llamaba
pero mientras le miraba veía
paseos por el parque grande agarrados de la mano mientras me contaba historias de sus amigos
ese atardecer de primavera sentados el uno abrazado al otro mientras oscurece
bailando salsa intentando no pisarnos
esas sábanas revueltas con risas de fondo.

Y así todos los días,
cada chico me dice algo
me cuenta una historia
historias diferentes,
sin inicio y sin final.