PsicoDrama

No sé porqué he tardado tanto en escribir esta entrada, ya que es mi historia favorita desde que he entrado en la uni.

El miércoles, como está siendo habitual, faltó la profesora de medicoquirúrjica y la de fundamentos de enfermería, así que vino la jefe de estudios para darnos una charlita y que le preguntasemos dudas acerca de las prácticas, la carrera etc... pero la mujer acabó perdiendo la noción del tiempo y se fue tarde.

Silvia, nuestra profesora de psicosociales, nos dijo que no le daba tiempo a la actividad que quería que hiciésemos, así que íbamos a hacer otra: un psicodrama.

El psicodrama, consiste en que uno de los alumnos tiene que interpretar una situación que le diga la profesora, para que el resto de alumnos se enfrenten a él, la primera voluntaria hizo de una señora de 81 años, que la habían operado de la cadera, y que ahora vivía con su hija, la señora estaba encantada de la vida con su nueva situación, la pregunta era ¿va a colaborar en su recuperación? NO, entonces...como la motivamos?? pues bien, la historia consistía en eso, ver un poco el entorno del paciente, tantearle, y ver como hacer que colaborase con nosotros al máximo.

El siguiente voluntario fui yo...me tocó hacer de un jugador profesional de tenis lesionado que nunca más iba a volver a jugar por culpa de la lesión, y tenía que descargar esa ansiedad con mis compañeros cuando me preguntasen, evidentemente la bordería surgía de mi cual manantial de agua jajaja me quedé como nuevo después de descargarme contra todos.

La profesora nos felicitó por el trabajo, pero nos lanzó la siguiente reflexión, y es que cuando estemos de cara al paciente, tenemos que ser asertivos, poder decir las cosas sin que la gente se ofenda, y que esa máxima la utilicemos con el resto de nuestras cosas, que si algo nos molesta lo digamos, pero de una forma que no molestemos a la otra persona.

Y es que, a veces no nos damos cuenta la cantidad de cosas que queremos decir, hasta que se nos ha pasado el turno de palabra.