Tomar una decisión implica hacer una cosa en detrimento de otra, si quiero comer patatas no puedo comerme al mismo tiempo una pizza.
Si extrapolamos esto al mundo de los adultos significa, el día 26 tengo la boda de un primo de bilbao, pero también hay un concurso de coros aquí al lado de casa, analicemos al detalle:
- La boda de mi primo: En principio nadie de mi familia (padre, tíos, primas, abuela) va porque la mujer de un tío mío no ha sido invitada ya que se lleva mal con la madre de la novia (son vecinas) y los novios (mi primo y su novia) decidieron no invitarla a ella, y la reacción no se ha hecho esperar, nadie quiere ir, a mi me gustaría ir, pero es un palizón tremendo subir el sábado a primera hora, bajarme el domingo y el lunes a trabajar, el lado positivo, que le puede hacer ilusión que suba a la boda, a mi me apetece, el lado negativo que se piense que no voy por lo que dice el resto, la parte neutra, es que mi madre lo mismo sube con lo que yo estaría a salvo...
- El concurso de coros: El nombre lo dice todo, a excepción que participan unos amigos míos que bajan de Bilbao (casualidad) y me apetece mogollón verles, el lado positivo, que la podemos liar gorda, y que me apetece mogollón verles, el lado negativo, que debido a las últimas "diferencias de opiniones" puede haber un ambiente un poco extraño en algunos momentos, la parte neutra, que puede que no pase nada en ese aspecto negativo.
Pero como os iba diciendo, las dos cosas me apetecen, en principio con la boda no contaba por el trabajo, y porque iba a ir mi padre, pero como se ha montado todo este chocho me veo un poco en la obligación de ir, aunque por el otro lado todo el mundo sabe que ese finde trabajo...y con el certamen también me apetece un montón, pero no me gustaría que se repitiesen escenas como las de la última vez.
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